Un domingo frío y nublado...





Y a todo esto, miró el calendario que tenía hojas sin arrancar desde un 4 de mayo..

se sentó en el sofá, tomó un sorbo de café e intentaba recordar lo que había sucedido cada uno de esos días hasta la fecha..

mientras iba pasando una a una las hojas, recordaba las sonrisas, los besos, los abrazos y cada uno de los minutos que pasaron juntos, no fueron muchos, pero bastaron para que cada uno de ellos, se volviera un recuerdo maravilloso y un anhelo por volverla a encontrar algún día...




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